jueves, 10 de marzo de 2011

Tazas metálicas para infancias de columpio de hierro

Yo soy de la época de cuando los columpios eran de hierro,  
esa generación que tiene alguna marca en su cuerpo  provocada por alguno 
de estos terribles instrumentos contra los niños... 
pero bueno... eso es otra historia...

Y otra cosa que marcó mi infancia, más que los columpios eran 
esas tazas de metal pintadas... en vuestra casa había?? 
esas tazas me dieron el cola-cao durante muchos años  al que 
yo le quitaba esa nata que siempre se quedaba por ahí y que odiaba tanto y era la lucha de mi madre.... "Mamá!!!! cuelalo que tiene nata...." 
ayyyy que recuerdos y ahora con el aerocino... 
ya os comentado que me lo he comprado verdad???...
Madre mía, la cantidad de metales pesados que habremos almacenado
en nuestro cuerpo... porque la pintura se iba descascarillando.
Ahora meterían a nuestras madres en la cárcel por darnos el desayuno ahí...


Pues eso... el caso es que el viernes  en mi incursión a las ferreterías, chinos, todo a cien etc... 
en busca de accesorios para el disfraz... 
ya sabéis que estos sitios son una fuente inagotable de chismes para disfrazarse.. 
me topé con estas tazas y la niña que hay en mi... y la consumista y gran almacenadora de tazas, vasos, platos y demás variedades no pudo resistir la tentación.

Menos mal que cuando Javi las vió.....
  le surgió el niño que hay en él y en lugar de quejarse y decir 
"Natalia.... no tenemos espacio"  le encantaron.... 
y es que él también tuvo una infancia de tazas de metal y columpios de hierro


6 comentarios:

  1. Yo debo ser de la misma época (o antes!) por que me encantan tus tazas. Qué lindo cuando los objetos nos hacer recordar lindos tiempos, no?

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que somos muchos los que pasamos por esa época del metal : ). A mí me encantan las tazas, si por mí fuese compraría una a cada rato, y estas que te comprastes están super lindas. Buen día!, Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Que gracia! Así que las encontraste en un chino! son muy bonitas, me suena que mi abuela tiene de las que comentas, en un granatoso muy oscuro.

    ResponderEliminar
  4. m encantan tus tazas. Y no las he visto de esos colores. Bss

    ResponderEliminar
  5. Yo tuve infancia de columpios de hierro, como la tuya (una pequeña cicatriz bajo mi ojo derecho lo prueba), y de jarras de metal, pero a diferencia de tu madre, la mía las compraba exclusivamente para cuando íbamos de campamentos. Creo que la idea de las tazas metálicas cayéndose "acdientalmente" por las mañanas y haciendo un ruido infernal era más de lo que ella podía soportar con todos los hermanos al mismo tiempo.
    Así que deduzco de debemos ser de la misma épocoa, poco más o menos.
    Una entrada muy divertida.
    besos.

    ResponderEliminar
  6. amo estas tazas, evocan el campo, las manos alfareras que hubiese querido tener

    ResponderEliminar